Tengo televisión, pero no la veo(en serio, hay mucha tontería). Tengo agua, pero compro en botellita. No tengo alcantarillado pues, como muchos paceños, hay un río que pasa por debajo de mis gradas donde van a parar todas los restos de mis actividades. Tengo Internet, pero es horrible y me gustaría tener una mejor conexión, porque la que tengo me provoca más estrés que el tráfico del orto por el cual usted no me está preguntando.
¿Eso es todo? Qué le importa cuánta gente durmió anoche a usted. Mi hija nos tuvo en vilo hasta tarde y terminé durmiendo en el sofá. Me gustó ver Star Wars otra vez.
Sí, sigo viviendo en La Paz, pero no por elección, porque, como muchos de nosotros, también me quiero ir.
Sírvase un desayuno joven. Disculpe usted la paranoia general que le dice que no debe aceptar nada, porque es posible que por ahí haya un maleante que le quiera dar algo malo. Yo soy bueno, y mi toddy con empanada le dará fuerza pal resto de la jornada.
Es una pena que no me pregunten cómo llego a trabajar, ni cuánto camino todo el día. Supongo que está bien preguntar si alguien está enfermo, aunque muchos no tengamos plata para ver lo que realmente nos aqueja. Señor censador, disculpe que le mande tanta tontería. Tome, llévese un plátano y una marraqueta para que le dé energía. Así podrá aguantar toda las cosas que el gobierno no quiere enterarse, pero que a usted no le quedará otra opción que escuchar.